¿CÓMO
INFLUIR EN LOS DEMÁS?
Este es uno
de los libros más exitosos de Dale Carnegie, y se enfoca en aumentar la
influencia hacia las demás personas para lograr que se cumplan las tareas
designadas. Recomiendo leer el libro completo, pero aquí expongo un resumen
donde destaco lo más importante.
No critiques:
- Si se critica a las personas se ponen a la defensiva y se lesiona la necesidad de tener una buena imagen de ellas mismas.
- Al tratar con personas, no se trata con lógica sino con emociones.
- Hay que tratar de entender a las personas de porqué hacen lo que hacen.
Aprecia a los demás y elógialos sinceramente:
- La única forma de hacer que otros hagan lo que uno quiere, es hacer que ellos quieran hacer lo que uno quiere.
- El principal deseo de las personas es sentirse importante y ser apreciado.
- “Todos los hombres que conozco son superiores a mí en algún sentido y en ese sentido, aprendo de ellos”.
Trata simplemente de comprender el punto de
vista de tu interlocutor:
- Cuando uno va a pescar no pone como carnada lo que le gusta a uno, sino lo que le gusta al pez.
Si quieres gustar al prójimo interésate
auténticamente en las demás personas:
- Poner atención a lo que le gusta a las personas y a sus intereses, y preguntar sobre ello.
- No enfocarse solamente en nuestros intereses.
Sonreír:
- La sonrisa da el mensaje de “Me agradas, me siento feliz de verte”
- También activa las neuronas espejo, que hacen cambiar el ánimo de la otra persona y devuelve la sonrisa.
Recuerda que el nombre de una persona es para
ella el sonido más dulce e importante que puede escuchar:
- Tratar de siempre recordar y llamar a las personas por su nombre.
- El llamar a las personas por su nombre, las hace sentir tomadas en cuenta e importantes.
Ser un buen oyente:
- Alentar a las personas para hablar de sí mismas.
- No hablar solamente de uno mismo.
- Conocer los intereses de las personas para conocerlas mejor.
Si quieres interesar a la otra persona,
háblale de lo que le interesa a él:
- Tratar de hablar sobre temas que tengan interés en común, para que la otra persona no se sienta desinteresada.
Haz que la otra persona se sienta importante
y hazlo sinceramente:
- Cuando se encuentra con una persona aunque sea por 5 minutos, esos 5 minutos se debe enfocar en esa persona y hacerla sentir importante.
No es posible ganar una discusión:
- Hay que evitar entrar en discusiones, una discusión nadie la gana, pues ya no se enfoca en llegar a un consenso o solucionar un problema, sino en ver quien gana en tener la razón, por lo que no tiene ningún sentido tenerla.
Un medio seguro de conquistar enemigos y cómo
evitarlo:
- Jamás decirle al prójimo que se equivocó, es faltarle al respeto de su opinión.
- No empezar diciendo “te voy a demostrar”, esto desata la batalla antes de iniciarla, para demostrar algo hay que hacerlo sutilmente.
- Para demostrar que la otra persona se puede equivocar, primero hay que decir que uno se puede equivocar.
Si te equivocas admítelo:
- No defender nuestros errores, hay que aceptarlos esto hace bajar la guardia de los demás.
Mantén siempre una actitud amistosa:
- No se puede obligar a nadie a que piense igual a como uno piensa, pero es posible atraerlos si somos suaves y amables.
Al hablar con una persona destaca las cosas
en que uno está de acuerdo:
- Hacer preguntas que la otra persona puede contestar “si”, al hacerlo poco a poco va aceptando la idea.
Deja que le interlocutor sea quien hable más:
- Hay que saber escuchar, esto hace que la otra persona se siente entendida.
Resta importancia a tus realizaciones:
- Hay que procurar no enfatizar solamente en nuestros logros, y hacer sentir que nos queremos hacer ver como superiores ante las otras personas.
Si se quiere obtener cooperación dejar que la
otra persona crea que la idea es suya:
- Hacer sugerencias para que las otras personas lleguen por sí mismas a la conclusión.
Tratar de ver las cosas desde el punto de
vista de tu interlocutor:
- Hay que escuchar a la otra persona, para entenderla y poder ponernos en su lugar.
Mostrar simpatía por las ideas y deseos del
prójimo:
- Mostrar agrado e interés por las ideas y deseos de las demás personas y no enfocarnos sólo por nuestros deseos e intereses.
Apelar a los motivos más nobles:
- Las personas reaccionan mejor si se les considera una persona honrada, recta y justa.
Dramatizar la Ideas:
- Cuando uno tiene ideas y quiere transmitirlas a otras personas, hay que mostrarlas como lo muestra la publicidad, de una forma que impacte y persuada.
Cuando algo no da resultado lanza un desafío:
- “¿Vas a ser cobarde ahora tú, que siempre has sido tan valiente?”
- Se debe retar a las personas a que se reten ellas mismas.
Si se quiere pedir a otro que cambie algo en
su persona hacer lo siguiente:
- Empezar con un halago.
- Llamar indirectamente la atención sobre sus errores, no decir “está mal”, decir “es mejorable”.
- Llamar la atención hacia los propios errores, no dar órdenes.
Haz que los defectos parezcan fáciles de
corregir:
- Hay que ser positivo y no fatalista con los errores, transmitir que todo tiene solución.
Procura que los demás se sientan felices de
hacer lo que uno les pide hacer:
- Tener la sensibilidad para pedir las cosas, hacer que las personas se sientan felices de colaborar con nosotros y no que uno les está dando órdenes.
En las relaciones de pareja:
- No regañar.
- No tratar de cambiar la forma de ser de la pareja.
- No criticar.
- Alimentar el autoestima, tanto el de uno como el de la pareja.
- Ser detallista.
- No ser grosero.
- Ser cortés.