¿COMO
SUPRIMIR LA PREOCUPACIONES?
Este es un libro
escrito por Dale Carnegie, el cual trata sobre como suprimir las preocupaciones
y poder disfrutar de la vida, considero que este tema también es muy importante
para nuestro desarrollo profesional, pues muchas veces solamente nos enfocamos
en nuestras preocupaciones diarias y se nos olvida disfrutar lo que tenemos. En lo personal he tratado de aplicar esto a mi vida y me ha funcionado, aunque no es algo fácil, muchas veces nos olvidamos de aplicar lo que aprendemos, pero lo importante es recordarnos y siempre tratar de ser mejores, el objetivo no debe ser tratar de ser perfectos, sino de superarnos a nosotros mismos cada día. Recomiendo leer el
libro completo, pero para motivarlos le muestro un resumen de los aspectos más
importantes.
No tener ansiedad por el mañana:
- No pensar en el pasado y no preocuparse por el futuro y concentrar todas las fuerzas en el hoy.
- El buen pensar lleva a examinar las causas y los efectos, lo que nos lleva a proyectos lógicos y constructivos; el mal pensar conduce a la tensión y a la depresión nerviosa.
- Ante los problemas pensar el peor escenario que nos puede ocurrir, aceptarlo en la mente y tratar de minimizarlo; de este forma estaremos siempre mentalmente reparados para lo incierto del futuro.
- Los que no saben combatir las preocupaciones mueren jóvenes, no lo olvidemos.
Para solucionar problemas ¿Qué me preocupa? ¿Cómo
solucionarlo?
- Para la solución de los problemas en nuestra empresa, hay que evitar las largas reuniones o el mal de la “reunionitis” que muchas veces solo nos ayuda a perder el tiempo y empeorar nuestros problemas, por lo que es recomendable pedir a los colaboradores que presenten por escrito: ¿cuál es el problema?, ¿Cuáles son las causas del problema?, ¿Cuáles son las posibles soluciones? y ¿Cuál es la mejor solución?.
Para suprimir las preocupaciones hay que tener la mente
ocupada:
- No preocuparse por cosas sin importancia.
- Por lo general la mayoría de nuestras preocupaciones son producto de nuestra imaginación, pues muchas veces nos preocupamos por cosas que no han pasado y posiblemente la probabilidad de ocurrencia es nula, y según la ley de promedios nunca sucederá.
- Pensar en “es así, no puede ser de otro modo”, el pensar de esta forma es la aceptación de lo que ha sucedido y este es el primer paso para superar las consecuencias de cualquier desgracia.
- Si puedo solucionar las cosas, lo hago, si no, las olvido; es el principio del siguiente mantra “Concédeme, Dios mío, serenidad para aceptar lo que cambiar no puedo, valor para cambiar lo que cambiar puedo y sabiduría para discernir la diferencia”.
- Establecer límites de aceptación de preocupación.
Tener mente positiva:
- El problema no son las cosas que nos pasan, sino lo que pensamos de ellas.
- Muchas veces buscamos simpatía hacia nuestros problemas y no instrucción para solucionarlos.
- No ser víctimas de la ira, una respuesta amable disipa la ira.
- Tener presente el mantra “Dios no me permitas juzgar ni criticar a un hombre hasta que haya caminado en sus zapatos durante 2 semanas”.
- Ser siempre agradecidos.
- Valorar lo que se posee, “Tuve aflicción por no tener zapatos hasta que vi a quien no tenía pies”.
- Ser uno mismo, ser auténtico. Hay que buscar la mejor versión de uno mismo pero de forma auténtica.
- Convertir los malos momentos en grandes enseñanzas y oportunidades, de lo contrario se está fracasando.
- Cuando uno es bueno para los demás, se es mejor para uno mismo.
No temer:
- No temer a la crítica y no dejar de hacer por miedo a la crítica.
- Analizar la crítica, puede que tengan razón.
- Hacer uso del poder de la oración, esto disipa cualquier miedo.
Descansar antes de cansarse:
- Tomar pequeños descansos o siestas, esto ayuda a prolongar el tiempo de productividad.
- Despejar de nuestro lugar de trabajo todo lo que no nos sirva para solucionar el problema inmediato.
- “El orden es la primera ley del cielo”.
- Hacer las cosas según su orden de importancia.
- Cuando se tiene un problema hay que solucionarlo inmediatamente.
- Aprender a organizar, delegar y supervisar.
- Hacer interesante nuestro trabajo.