GLOBAL
REPORTING INITIATIVE
(Metodología para Reportar la Sostenibilidad)
El GRI es una guía de
uso voluntario para organizaciones que quieran informar sobre aspectos
económicos, ambientales y sociales de sus actividades, productos y servicios. La
metodología del Global Reporting Initiative para reportar Sostenibilidad
plantea una guía que incluye las etapas de auditoría e indicadores relacionados
al aspecto económico, ambiental y social, los cuales hacen que las
organizaciones tengan una base sobre la cual puedan evaluarse y definir metas
futuras. Se puede definir el término de desarrollo sostenible como aquél que
satisface las necesidades actuales sin poner en peligro la capacidad de las
generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades; también podemos
definir que el desarrollo sostenible en una empresa genera que ésta pueda ser
efectivamente competente, incrementando el beneficio mientras reduce el costo
de capital. Los mercados mundiales están cuestionando los temas sociales y
ambientales de los productos y servicios con una velocidad, intensidad y
técnica superior a lo que se haya visto en los últimos años, por lo que se hace
necesario tener el conocimiento de esta metodología.
La Triple Línea Base
define que un proceso es sostenible cuando éste es:
- Económicamente viable: La viabilidad económica se puede interpretar como la generación de crecimiento y de oportunidad para los negocios y sus grupos de interés. Las empresas generan crecimiento económico: Creando empleo, pagando sus impuestos y frecuentemente mejorando la infraestructura.
- Ambientalmente responsable: La responsabilidad ambiental incluye la conservación de recursos tanto a nivel local como a gran escala.
- Socialmente Coherente: La coherencia social se manifiesta en las acciones que desarrolla la empresa en su relación directa con la comunidad. Asimismo, de manera indirecta, a través del efecto que tiene sobre su entorno. La relación que tiene la empresa con la comunidad tiene consecuencias y efectos tanto sobre la rentabilidad y sostenibilidad de la empresa, así como sobre el bienestar de la misma comunidad.
Para medir la
sostenibilidad se deben utilizar indicadores de desempeño en los siguientes
aspectos:
- Desempeño económico: Los indicadores de desempeño económico, tal y como se entiende en la metodología, analizan el modo en que las organizaciones afectan a las partes interesadas con las que interactúan de manera directa e indirecta. Por tanto, la prioridad de las medidas de desempeño económico es la de señalar cómo cambia el nivel económico de las partes interesadas, como consecuencia de las actividades de la organización, más que, cómo cambia, como consecuencia de las condiciones financieras de la organización misma.
- Desempeño ambiental: El Global Reporting Initiative señala que “la dimensión ambiental de la Sostenibilidad se refiere a los impactos de una organización en los sistemas naturales vivos e inertes, incluidos los ecosistemas, el suelo, el aire y el agua. Los indicadores ambientales cubren el desempeño en relación con los flujos de entrada (materiales, energía, agua) y de salida (emisiones, vertidos, residuos). Además, incluye el desempeño en relación con la biodiversidad, cumplimiento legal ambiental y otros datos relevantes tales como los gastos de naturaleza ambiental o los impactos de productos y servicios.”
- Desempeño social: De acuerdo a lo expresado por el Global Reporting Initiative la dimensión social de la Sostenibilidad está relacionada con los impactos de la organización en el sistema social en el que se desarrolla. El desempeño social se mide a través del análisis de este impacto en los grupos de interés. Es importante tomar en cuenta dentro del análisis, la calidad del entorno laboral y el valor de la relación con el trabajador. En ocasiones, los indicadores sociales influyen en ciertos activos intangibles, como el capital humano y la reputación. Los indicadores que hacen referencia a los derechos humanos ayudan a valorar el modo en que una organización contribuye a mantener y respetar los derechos humanos de los individuos.
Las fases de la auditoría
son:
Fase 1: Preparar: Se forma el equipo de trabajo, se planea el
proceso de reporte y se plantean las estrategias de trabajos estadísticos.
Fase 2: Contactar: Se identifican los stakeholders o grupos de
interés, se prioriza los grupos de interés y se dialoga con ellos.
Fase 3: Definir: Se selecciona los temas a reportar, se
realizan las auditorias de campo, levantamiento de información, revisiones de
la documentación y se define el contenido a reportar.
Fase 4: Construir el reporte: Se asegura la
calidad de la información a reportar (indicadores, cuadros, iniciativas, metas
a largo plazo, compromisos, etc).
El reporte se puede
estructurar así:
- Carta de presentación (a quien corresponde expresando compromiso)
- Generalidades (información general de la entidad, breve reseña histórica)
- Visión, Misión, valores y objetivos de la entidad.
- Políticas y organización de la entidad (si utiliza sistemas de calidad)
- Mapeo de los grupos de interés internos y externos, unidades de análisis.
- Indicadores de sostenibilidad (Económicos, ambientales y sociales)
- Recomendaciones para mejorar los índices.
Fase 5: Reportar y comunicar: Se eligen los
mejores medios para comunicar el reporte, se reciben los comentarios,
retroalimentación y se da inicio a prepararse para el siguiente reporte.
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